lunes, 24 de febrero de 2014

Tareas escolares hacer de ellas una experiencia positiva

Es importante que los padres y los menores entiendan por qué es importante que hagan los deberes encomendados cada día. Es una tarea de los padres y las madres explicar a sus hijos e hijas que nada que realmente merezca la pena se consigue sin esfuerzo y que, por ello, es necesario seguir trabajando después de clase.
 Ayudar a crear hábitos de responsabilidad y disciplina en los pequeños, refuerza su concentración, permite afianzar lo aprendido durante el día en clase y también sirve para estrechar la relación entre padres e hijos.
El problema es que los niños a menudo son reticentes a dedicar tiempo en casa a los deberes de la escuela. de hecho en muchas ocasiones son peleas, enfados, tensión y malos ratos que perjudican a pequeños y mayores en la vida cotidiana y en el proceso educativo en general. 
estos son algunos pasos que te ayudaran a a crear buenos hábitos de estudio en casa.
1. Entiende los beneficios de la tarea. Si no estás convencido que la tarea importa, será mucho más difícil convencer a tus hijos. Hay buenas razones detrás de una cantidad moderada de tarea:
  • La tarea refuerza el aprendizaje que se obtuvo durante el día. Cierto aprendizaje no se quedará tan grabado a menos que los niños lo practiquen más y el ambiente del salón de clases no necesariamente les dará el tiempo adecuado para más práctica. Esto es de especial importancia para las matemáticas y las habilidades del pensamiento crítico.
  • A veces la tarea enseña habilidades adicionales que no son enseñadas en la escuela debido a la falta de tiempo o recursos. Este es un efecto ampliado de la tarea.
  • Dales un lugar distinto, cómodo, bien iluminado, callado y sin distracciones para que completen su tarea. El lugar ideal es uno alejado de aparatos electrónicos, personas pasando por ahí y otros niños jugando.
  • Asegúrate que tu hijo tenga todo lo necesario para hacer su tarea, desde plumas y papel hasta una computadora y libros, y asegúrate de obtener los materiales para algún proyecto especial por adelantado, para evitar la excusa de No tengo lo que necesito
  • Acompañar a los niños mientras hacen las tareas. Acompañarlos significa estar cerca de ellos, pero no encima, ni mucho menos "hacerles" los deberes. Dejar que los niños realicen sus actividades del modo más independiente posible es una forma de reconocer su autonomía, su inteligencia y su capacidad de hacer las cosas por sí mismos, aunque no salgan perfectas. Esta actitud les ayuda mucho en el aprendizaje de gestión de sus responsabilidades y fortalece su autoestima.
  •  Estar atentos para ayudar, sobre todo si el niño se atasca con la tarea. La manera, por supuesto, no es hacer la actividad por él, sino darle alguna pista para acercarlo a la solución correcta. Otra posibilidad, si el pequeño está estresado debido a la dificultad de los deberes, es darle un respiro: que se tome un recreo para despejar la mente y vuelva a intentarlo.
  •  Más que enseñar, dar instrumentos para pensar. En muchas ocasiones los mayores podrán aclarar las dudas de los estudiantes, pero tal vez no siempre puedan hacerlo. En tales casos, no hay que agobiarse: el rol de los padres es acompañar a los hijos y proporcionarles ideas, instrumentos para pensar y buscar alternativas. No es conveniente regañarlos por no haber resuelto las dudas en la clase, sino alentarlos para que en la siguiente no olviden hacerlo.
  •  Hay que revisar los deberes, no corregirlos.
  • Finalmente, una vez el o la escolar ha terminado sus deberes es interesante que las familias los revisen, ésta es una manera sencilla de demostrar que se está interesado en las cosas de los niños y las niñas. Por eso, hay que revisar que el trabajo esté completo, no que esté correcto
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