lunes, 28 de octubre de 2013

Jugar con el Bebé

El juego no es sólo una buena forma de estimulación. También es un paso importante en el establecimiento de los vínculos entre el bebé, sus padres, sus abuelos y todos los que lo rodean. Actividades y juguetes para el bebé entre los seis y los ocho meses.

  
El juego es uno de los más importantes pasos en la estimulación de un bebé. Pero también es una buena forma de incrementar los vínculos afectivos entre él, sus papás y el resto del entorno que los rodea. Por eso, en esta etapa entre los 6 y los 8 meses, en la que el niño ya realiza movimientos más coordinados, es capaz de utilizar juguetes con más intención y explorarlos, ya se sienta solo y comienza a intentar el gateo, entre otras habilidades, la colaboración y la compañía de sus papás es muy recomendable.
 

En general, en padres que trabajan fuera de la casa, el tiempo para lo lúdico durante los días laborables es poco. Por eso, hay que aprovechar los fines de semana y dedicar un rato cada día. La culpa no es buena compañera, por eso hay que disfrutar cada momento que se comparta con el bebé, hasta si se lo lleva al supermercado.


Algunas de las actividades que se pueden hacer con el niño en este período:
  • Desarrollar la postura a través del juego, ya que alrededor de los seis meses es cuando comienza a mantenerse sentado, primero con la ayuda de almohadones y luego por sí mismo. Un tambor, por ejemplo, es un buen juguete para este momento.
  • Jugar en el suelo ayuda a estimular el gateo y la coordinación general de su motricidad. El bebé comienza a rodar sobre sí mismo, por ejemplo. Un túnel o una sencilla caja de cartón abierta por los dos lados pueden ser un buen incentivo. Y el aplauso de los papás ante cada nuevo logro también.
  • Colocar al bebé boca abajo en el suelo y dejarle cerca un juguete conocido por él es otra forma de estimularlo para el gateo.
  • Reconocerse en el espejo también es una capacidad que el bebé desarrolla en este tiempo. Darle un espejo de plástico irrompible o ponerlo frente a uno de vidrio lo ayudarán en esta habilidad.
  • Jugar al escondite –o al “cuco”- también es otra manera de que él aprenda a reconocer cuando lo llaman por su nombre e incentiva su instinto de búsqueda.
  • Darle libros de plástico, sumergibles, para el momento del baño. Cuando se dispone de poco tiempo para compartir con el bebé, se puede jugar con él hasta en ese momento.
  • Pasarle una pelota e incentivarlo a que el niño haga el mismo movimiento.
Algo importante, especialmente en estos tiempos en que la economía familiar suele ser difícil de manejar, es que en esta etapa los bebés se entretienen mucho con las cosas que los rodean. Una botella de plástico rellena de papelitos de colores, por ejemplo, es muy sencilla de hacer y le ayuda a aprender a hacer rodar las cosas para luego buscarlas. Improvisar juegos con elementos de uso diario, como una cuchara de madera y un recipiente a la manera de un tambor también es recomendable como estimulación para el conocimiento.



Hacer crecer el vínculo entre los papás y el bebé a través del juego es una manera más de demostrarle amor. Un beso después de que el niño agarró un juguete que estaba lejos o cuando se paró en la cuna para hacer que el móvil se mueva, es un gesto que el bebé sentirá como un signo de que hizo algo bien y de que sus papás lo aman.

jueves, 3 de octubre de 2013



Mi niño de 6 años de edad le gusta 

practicar los deportes. ¿Está todavía muy 

pequeño?  ¿Cómo me puedo cerciorarme 

de su seguridad cuando practica los 

deportes?

Antes de la edad escolar, el mejor modo de que un niño se mantenga sano y físicamente activo es a través del "juego espontáneo" y sin estructura. Para los niños en edad preescolar, las clases "deportivas" que hacen énfasis en la diversión son un modo excelente de incorporar el deporte sin el ánimo de competir. La mayoría de los niños están listos para participar en equipos deportivos organizados a partir de los seis años de edad, aproximadamente. Éste es el momento en que ya son capaces de seguir instrucciones y entender el concepto del trabajo en equipo.

Tenga en cuenta que cada niño es un individuo único y que crece y madura a su propio ritmo. La edad, el peso y el tamaño no deben ser los únicos factores que se deben tener en cuenta al decidir si un niño está listo para practicar un deporte. El desarrollo emocional también es importante. No se debe forzar a un niño a que practique un deporte o competencia para la que no esté física ni emocionalmente listo. Permita que su hijo participe sólo si manifiesta verdadero interés y si usted cree que está preparado para tal actividad. Recuerde: la mayoría de los niños practican un deporte con el único fin de divertirse.

El riesgo de las lesiones deportivas


Todos los deportes tienen riesgos de ocasionar lesiones; algunos más que otros. En general, entre más contacto haya en un deporte, mayor es el riesgo de provocar lesiones.

La llamada "concusión" es una lesión producida por un golpe en la cabeza o el cuello. Suele producirse por contacto cuerpo a cuerpo, contacto cuerpo–objeto (como un balón) o contacto cuerpo–suelo.

La mayoría de las lesiones deportivas afectan a los tejidos blandos del cuerpo, no a los huesos en sí. Sólo alrededor de un 5% de las lesiones deportivas involucran fractura de huesos. Sin embargo, las áreas donde crecen los huesos en los niños son muy susceptibles a lesiones durante la rápida fase de crecimiento de la pubertad.

Los principales tipos de lesiones deportivas son torceduras (lesiones en los ligamentos) y esguinces (lesiones en los músculos). Muchas lesiones se deben al exceso deportivo, es decir cuando el niño exagera (por ejemplo, cuando hace demasiados lanzamientos de pelota). Esto ejerce tensión sobre los tendones, las articulaciones, los huesos y los músculos, con el riesgo de causar daño.


¿Cómo se puede reducir el riesgo de lesiones?


  • Usar el equipo adecuado. El equipo de protección apropiado puede incluir almohadillas (para el cuello, los hombros, los codos, el pecho, las rodillas y las espinillas), cascos, protectores bucales, protectores para la cara, copas protectoras y gafas protectoras.
  • Incrementar la flexibilidad. Los ejercicios de estiramiento antes y después de los juegos pueden ayudar a incrementar la flexibilidad de los músculos y ligamentos que se usan en la actividad deportiva.

  • Fortalecer los músculos. Los ejercicios de acondicionamiento durante los entrenamientos y antes de los juegos pueden ayudar a fortalecer los músculos que se usan en la actividad deportiva.

  • Usar las técnicas apropiadas durante la temporada de juegos.

  • Hacer pausas. Los períodos de descanso son importantes durante los entrenamientos y los partidos para reducir el riesgo de lesiones por sobre uso. Durante el año, se recomienda hacer un receso de dos meses en la práctica de un deporte específico para prevenir las lesiones por sobre uso.

  • Jugar con precaución. Para prevenir lesiones serias del cráneo y la espina dorsal, debe haber reglas estrictas que impidan a los deportistas deslizarse de cabeza (en béisbol y softball), hacer contacto con la cabeza (en fútbol americano), y hacer choque corporal (en hockey sobre hielo).

  • Suspender el ejercicio si hay dolor.

  • Prevenir las lesiones o el malestar causado por calor. Éstas son algunas precauciones al hacer ejercicio en medio de altas temperaturas:

    • Beber cantidad de líquidos apropiados antes, durante y después del ejercicio o juego.
    • Permitir a los deportistas ajustarse gradualmente al ejercicio en climas cálidos o húmedos al incrementar las actividades poco a poco durante las primeras dos semanas de entrenamiento.
    • Reducir o detener el entrenamiento o la competencia durante los períodos en que una combinación de calor excesivo y humedad llega a niveles peligrosos.
    • Usar ropa liviana.
  • Detener el juego si se detectan relámpagos en un radio de seis millas a la redonda (siguiendo la regla de "5 segundos por milla").
  • Jugar en campos de juego segurosInspeccionar los campos antes de los entrenamientos y juegos. Recoger los escombros y rellenar los agujeros y las superficies disparejas.
También es importante ceriosarse de que su pediatra le haga un examen médico a su niño antes de participar en un deporte.  La mayoría de los equipos que practican deportes organizados requieren un examen antes de que su hijo pueda participar.  El fin de estos examenes no es poner un obstáculo a su participación sino asegurarse de que los niños tienen buena salud y pueden jugar con seguridad.


Fuente
 
Sports and Your Child (Copyright © 2010 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.